viernes, 27 de enero de 2012

Quiero ser un macho semental como mi padre


Era una noche calurosa, ya eran pasadas de una de la madrugada y yo no me podía dormir. Daba vueltas una y otra vez en la cama, cuando escucho algo. Me quedé inmóvil para no hacer ruido y escuchar mejor, era un ruido que venía desde la cocina. Que podría ser? Mis padres ya dormían.

 Me levanté sigilosamente de la cama y de puntas de pié me dirigí a la cocina. A medida que me acercaba, el ruido se hacía mas claro, ahora parecían gemidos. Mi curiosidad aumentó y mi pene se erecto debajo del pijamas. Sin hacer ruido me asomé por la puerta que estaba entre abierta y los vi. Eran mis padres teniendo sexo, pero sexo duro. 

Mi madre estaba sobre la mesada boca arriba y de espaldas a mí. Tenía levantadas sus piernas y colocadas sobre los hombros de mi padre, mientras mi padre le daba sin parar y muy fuerte. Nunca había visto a mis padres teniendo sexo y mucho menos me los había imaginado teniendo sexo como en una película porno. La escena era tremenda y saqué mi verga del pantalón totalmente dura. Mientras me pajeaba hipnotizado por lo que veía abrí más la puerta dejándome ver sin querer. Mi padre que estaba frente a mí, me vió y por un instante paró, pero luego siguió con sus envestidas a mi madre. 

Nos miramos con mi padre, yo pajeandome y él cogiendo a mi madre, terminamos acabando los dos juntos. Luego sin hacer ruido me volví a mi habitación.

Mi nombre es Juan y  años, tengo un físico normal, tengo solo algunos vellos en el cuerpo, aunque creo que voy a ser muy velludo por herencia de mi padre, soy muy blanco de piel y pelo muy oscuro. Todos me dicen que soy igual a él. Mi papá se llama Julio y tiene 45 años, es de estatura promedio, blanco y pelo negro, pero bastante morrudo y también velludo en brazos, piernas y pecho. Mi mamá se llama Claudia y tiene 42 años, morena y pelo castaño, es una mujer muy sensual por su físico, destacándose sus enorme senos y una cola bien parada.

Al día siguiente de lo acontecido, llegué del colegio a la tarde y como todos los días mi padre ya estaba en casa. Mi mamá trabajaba de tarde por lo que llegaba para cenar. Mi papá siempre me preparaba la merienda y luego se ponía a leer el diario, esta vez no fue la excepción. 

Entonces bajó el diario y me dijo…
Julio- que corrida que nos echamos anoche…
Yo- perdón pa, no quise interrumpir, es que escuché un ruido y baje, yo pensaba que estaban durmiendo.
Julio- no te preocupes Juancito, solo te vi yo, tu mamá no sabe nada.
Yo- bueno mejor pa, que esto quede entre nosotros, me da un poco de vergüenza que mamá supiera que me hice un paja viendo como cogían. Era como ver una película porno.
Julio- y que te pensabas Juan? Que cuando cogemos lo hacemos siempre de manera romántica como en las películas? Jaja. Esas son las menos, o pero aún creo que hace años que no me garcho a tu madre así.
Yo- bueno, yo creía que así era. Pero cuando los vi anoche me parecieron actores porno.
Julio- jaja. Es que nos gusta, en especial a mi, practicar posiciones o en diferentes lugares. Y te gustó lo que viste anoche?

Yo- huy papi, estuvo espectacular, como le dabas a mami! Yo quiero coger así como vos pa! Pero bueno, todavía soy virgen.
Julio- y bueno Juan, pero todavía eres joven
Yo- cuando dejaste de ser virgen pa?
Julio- y bueno, yo un poco antes que vos, .
Yo-  Re chico eras. Entonces yo estoy atrasado en cuanto al sexo. Y ya estabas desarrollado a esa edad? Digo, la pija, ya te había crecido?
Julio- bueno, no se, creo que ya la tenía un poco grande, pero no del todo desarrollada. Lo que si me acuerdo que a tu edad ya tenía un buen pedazo. Algunos amigos me envidiaban por eso, es que la verdad soy bastante agraciado en esta cuestión del tamaño de mi verga. Espero que esos genes los hayas heredados hijo.
Yo- bueno la verdad no se bien, pero la otra vez vimos una peli porno con mis amigos y creo que me destacaba un poco, pero más en el grosor que en el largo.

Julio- ah, entonces la debes tener parecida a la mía, de largo esta en el promedio creo, pero te aseguro que es re gorda y eso a las mujeres les re gusta.
Yo- che pa, te la puedo mostrar y me decís que te parece de tamaño?
Julio- bueno, pero estoy seguro que la tenes tan grande como yo.
Me baje el pantalón y le mostré a mi padre mi verga, pero como estaba media flácida me toqué un poco para pararla.
Julio- bueno Juan, venís muy bien, yo la tengo más grande, pero creo que a tu edad la tenía igual. Pero ojo que a tu edad ya casi llega al tamaño definitivo. No se como explicártelo bien, así que te la voy a mostrar para que compares y entiendas.
Se bajó los pantalones, agarró su pija y la puso erecta. Nos arrimamos el uno al otro y comparamos las vergas. Efectivamente la de mi padre era más grande que la mía, solo un poco más larga, pero si era bastante más gorda. También estaban las diferencias en la gran cantidad de vello púbico de mi padre y su piel era más oscura que la mía.

Yo- guau papi, es enorme tu pija. Es super gorda! Espero que se me ponga igual a la tuya.
Julio- estoy seguro que se te va a poner igual, vas a ver que en un par de años la vas a tener igual a mí, estas en pleno desarrollo físico y todavía te falta crecer.
Yo- yo la quiero tener así de gorda.
Julio- jaja, a las minas les encanta bien gorda y a mi me gusta penetrarlas hasta que griten. Y a tu mamá no sabes como le gusta que le haga el culo, se vuelve loca.
Yo- le haces el culo a mami?
Julio- si Juancito, casi todos los días le hago el orto, a mi me encanta y ella me lo pide.
Yo- wouw!!
Julio- te voy a contar nene que gracias a esta pija gorda, estoy con tu mamá. Antes de ponerme de novio, la pretendíamos yo y otro pibe más. Con ese chico había salido antes, como un año creo, pero en ese momento estaba todo mal, aunque se seguían viendo de vez en cuando. Fue en ese momento que yo la invité varias veces para salir y un día cuando tus abuelos no estaban su casa me invito.
Yo- y te la re garchaste.

Julio- si hijo, pero para que te sigo contando. Estábamos en pleno acto sexual, pero no del primero, era el cuarto polvo que le echaba en la noche. Tu mamá estaba tan fascinada con mi forma de coger y con mi pija tan gorda, que me pidió que le hiciera la cola. O sea le estaba rompiendo el orto la primera noche juntos. De repente se abre la puerta de la habitación, era el ex novio, que se quedó duro al vernos así. Ella en cuatro patas y yo culiandola por atrás. La empezó a putear y le decía de todo, pero nosotros seguíamos cogiendo. Entonces tu madre le dice, “pelotudo, cállate y aprendé, este es el cuarto polvo que me echa este macho, vos no llegas ni al segundo. Otra cosa, te diste cuenta del pedazo de troco que tengo clavado en el culo, son tres tuyas bebe. Nunca vas a poder superar algo así, pero ya que estas acá, quedate y aprende de él”. El muchacho, se quedó inmóvil, saco su pija y se hizo una paja viéndonos. Y ella se quedó conmigo.
Yo- que historia de película viejo, me hiciste re calentar.
Julio- si, cada vez que la recuerdo me re caliento. Hagámonos la paja Juancito.
Nos fuimos al baño y nos hicimos una tremenda paja. Después de acabar y que nos vestimos, con mi padre nos abrazamos muy fuerte, estábamos conectados como nunca en nuestra relación de padre he hijo, yo sentía una alegría enorme.

Julio- hijo, quiero enseñarte todo lo que sé sobre tener sexo, quiero enseñarte a como tratar a una mujer, para que después de que te la cojas nunca se olvide de ese día.
Yo- hay si pa!! Que bueno!! Y vamos con una prostituta?
Julio- no, yo estoy pensando en tu madre.
Yo- tener sexo con mamá?
Julio- si, esta re buena físicamente y le gusta mucho el sexo, así que es para practicar todos los días sin parar.

Yo- pero va a decir que no, pa. Y todos los días, que exagerado.
Julio-primero, tu madre no va a decir que no porque yo se lo voy a pedir y ese tipo de deciciones son unilaterales. Segundo, un poco más de respeto con tu padre y ahora maestro. Yo soy un macho semental, chiquilín. Para que sepas, este macho semental, el cual te regaló sus genes, se coge a tu madre al menos dos veces por día, todos los días, cuando se despierta y cuando se va a dormir.
Yo- perdón papá, creo que estoy comprendiendo, las enseñanzas y experiencia que me vas a dar, nadie las va a tener. Además tengo todo el potencial, porque soy tu hijo y quiero ser como vos para coger dos veces por día, todos los días.
Julio- no hijo, no entiendes nada. Te voy a contar algo, pero no se te tiene que escapar delante de tu madre. A tu mamá, me la garcho por lo menos dos veces al día, porque varios días a la semana nos encontramos en su trabajo y la atiendo. Pero además, esto es lo que no tenes que contar, tengo por lo menos una amante para cada día de la semana y hacen lo que sea para verme, es más mi jefe me trae a su esposa para que le eche un polvo de vez en cuando. Comprendes ahora, yo tengo sexo cinco veces por día, todos los días. Siempre esta bien dura y siempre me piden más.
Yo- papá, no se que decir, no estoy seguro de poder igualarte. No, puedo creer que engañes a mamá también, por que no le das todas esa culeadas a mamá en vez de a esas otras minas?
Julio- nene, cuando estes totalmente entrenado te vas a dar cuenta que lo necesitas. Aparte es solo sexo y tu madre aunque es la mejor, no podría aguantar mucho, si quisiera complacer todas mis necesidades. Bueno esta noche es la primera lección.

Así terminó la conversación y él se retiró a hacer unas cosas del trabajo. Yo me quedé muy nervioso y ansioso por lo que iba a pasar esa noche.
Cuando llegó mi madre mi padre la estaba esperando en su habitación. Cerraron la puerta y quedó así cerrada durante un rato largo. Luego se abrió…
Julio- Juancito ven a mi cuarto que tenemos que hablar.- grito mi padre sin salir del cuarto.
Entré al cuarto y mi madre le estaba mamando la verga a mi padre. Mi papá me hace señas para que me saque la ropa y yo lo hice sin dudar. Yo estaba totalmente al palo y me acerqué, mi mamá me agarro la verga y la empezó a chupar. Y luego las intercalaba para chuparlas a las dos. Yo no duré mucho y me corrí casi de inmediato en la boca de mi madre. Ella se tragó toda la leche y me limpió la verga con su lengua.
Claudia- que linda verga tenes hijo! Es muy parecida a la de tu padre, no te parece Julio?

Julio- si, que te dije. Cuando crezca la va a tener enorme, como yo.
Yo- gracias ma, que bueno que te guste.
Claudia- bueno, ahora quiero ver como la usas.
Mi mamá se puso en cuatro y me entrego el orto de una. Yo se la puse y le empecé a dar con mucha fuerza mientras ella le chupaba la pija a mi padre.
Claudia- que ternura me da Juancito. Se esmera mucho pero yo estoy tan acostumbrada a vos que creo que me su pijita me baila en el culo, jaja.
Julio- no seas mala mujer. Te estas burlando de mi alumno y de mis genes. Eso te va a costar, siéntate arriba de Juan, es una orden.
Mi mamá se sentó arriba de mi pija que estaba es su orto y mi padre también la comenzó a penetrar por el culo.

Claudia- nooooooo, que dolor, tengan piedad!! Hayyyyyyyyyyy!!!
Julio- dale Juan, destrocémosla. Para que aprenda quien es hijo de su padre.
Yo- eso te pasa por reírte de mí, mamá. Papá quiere que yo sea igual a él y no quiero defraudarlo.
El culo de mi madre no paraba de sangrar, nuestras dos pijas en su culo la desgarraban, tenía entre las dos pijas unos 15 centímetros de diámetro en el culo. Ninguno de los dos paraba de penetrarla, además con mucha fuerza. Mi madre no pudo aguantar y se desmayó, pero los dos seguimos hasta el final y acabamos dentro de ella. Cuando sacamos nuestras vergas, el culo estaba muy abierto y chorreaba sangre con leche.
Yo- huy papi, nos re zarpamos con mamá. La hicimos mierda.
Julio- se lo merecía Juan, esta es la primera lección para ser un macho semental, siempre tienes que infringir respeto ante la mujer, ella tiene que saber quién es el que manda.
Yo- muy bien pa, creo que mamá lo debe haber comprendido bien, pero y ahora va a tener el culo tan agrandado que no la vas a complacer ni vos solo.
Julio- claro Juan, ahora le vamos a dar los dos juntos todos los días hasta que nos pida por favor que le demos de a dos.

Luego de ese día le dimos a mi madre todos los días por el culo los dos juntos, pero además mi padre mi hizo tener sexo con sus amantes hasta que llegué a coger cinco veces por día como él. Yo me desarrollé y como era de esperarse, llegué a ser como mi padre físicamente y con una verga tan gruesa como la de él. Pronto mi fama se conoció en el colegio y las mujeres hacían fila para tener sexo con migo, hasta mis profesoras me buscaban.

Así me convertí en un macho semental.



Esta fue mi primera vez con un Hombre


Hola a todos Soy Colombiano de nacimiento , tengo 29 años soy casado esto me sucedio en la universidad cuando fui a buscar un amigo.

Fui a buscar a juan a su casa, pero no lo encontré; al parecer mi amigo había salido con su madre y no regresaría hasta la tarde. Su papá me preguntó para qué lo quería y yo respondí que iba a buscar mis cuadernos, lo que era cierto, por lo que me hizo pasar y me llevó al cuarto de su hijo para que yo viera si los había dejado por allí. No busqué mucho en realidad, decidí que sería mejor preguntarle a mi amigo una vez que estuviera en casa.

Don Fernando me ofreció un vaso de bebida y me instó a que me sentara un rato a ver televisión con él y eso hice. Yo siempre le había tenido un poco de fastidio a este hombre, supongo que lo veía un poco rudo, su voz tan grave me intimidaba y su estampa de macho peludo y de cuerpo macizo me ponían muy nervioso. Creo que veía en él a la antítesis de lo que era yo, un muchacho flaco, sin mucha gracia y además bastante tímido.

La televisión exhibía un programa de concursos muy popular en aquella época, ( el souw de don Francisco)en realidad lo estaba disfrutando cuando don Fernando me dijo que lo acompañara a su pieza porque iba a ver en la televisión del cuarto. Yo lo acompañé y mientras él se tiraba cuan largo y pesado era, yo me senté a un lado.tírate en la cama también, me dijo, y eso hice yo, cuidando que mis zapatillas quedaran al aire para no ensuciar el acolchado.

Si quieres sácate las zapatillas, volví a sentir su voz profunda.

Me saqué las zapatillas y él se paró de la cama, cerró las persianas y apagó la luz quedando así la pieza en una semioscuridad sólo interrumpida por los pantallazos del viejo televisor. Luego volvió a su costado de la cama y se sacó los zapatos; subió a la cama por su costado y se estiró nuevamente. Miré sus pies, grandes y cubiertos por un par de medias que se veían muy limpias. Bruscamente con su brazo derecho me atrajo más hacia él diciendo que si no me iba a caer de la cama y riendo de su comentario, yo sólo sonreí tímidamente y me dejé llevar hacia el centro de la cama. Su brazo derecho, no obstante, no volvió a su lugar, quedó allí medio abrazándome y haciéndome sentir algo muy extraño, me gustaba la sensación de sentir mi cabeza apoyada en su brazo y percibir de reojo, su pecho levantarse con su respiración.

Cada tanto él hacía un comentario sobre lo que veíamos en la T.V. y yo contestaba con monosílabos, con timidez, pero también disfrutando el programa que, de hecho, era bastante divertido. Sin embargo, aun con la vista fija en el televisor podía sentir de tanto su dedo pulgar que se movía apenas unos milímetros en mi brazo, en una suerte de caricia casi imperceptible, pero que tenía el poder de desviar mi atención hacia este gesto suyo, tan sutil como placentero para mí. 

En su otra mano tenía una cerveza a la que a cada cierto tiempo daba un sorbo largo y luego la dejaba apoyada en su barriga….. a veces un poco más abajo. Me intrigaba eso, ver la botella de cerveza apoyada en su entrepierna, trataba de mirar sólo el televisor, pero sus continuas caricias en mi brazo y su botella en ese lugar de su pantalón distraían constantemente mi atención.

Me sentía extraño , y como de malgenio de estar ahí con don Fernando. ¿Y si llegaba Juan y su madre?, pero no, él dijo que llegarían tarde. Absorto en estos pensamientos, me sobresalté cuando él sacó su brazo y dijo que se pondría algo más cómodo. Fue a la cómoda y sacó un short. Estaba de espaldas a mi cuando se bajó los pantalones y se quedó en interiores. La cómoda estaba a un costado de la cama y el televisor frente a ella, pero como él estaba de espaldas, no sabría que yo estaba mirándolo. Me puse rojo al ver sus piernas tremendamente peludas y gruesas y más aún al ver cuán ceñidos le quedaban los interiores. Dejaban incluso vislumbrar la gruta que separaba sus nalgas. ¿Qué estaba haciendo ahora?, al parecer esos shorts no eran lo apropiados, porque volvió a ponerlos en la cóm oda y hurgueteó un poco más sacando, al parecer, otro par.yo no era homosexual ni nada de eso , Luego y para mi más absoluta sorpresa, se bajó los interiores quedando a mi vista unas nalgas peludas como jamás había visto yo en mis 20 años de vida que inmediatamente fueron cubiertas por el short. De inmediato di vuelta mi vista y seguí mirando el televisor.

Sentí cuando se recostó a mi lado nuevamente encontrándome otra vez muy a la orilla de la cama. Sin más, pasó su brazo otra vez por debajo de mi cabeza atrayéndome hacia él. ¿En qué momento había desabrochado completamente su camisa?, no lo sé, pero ver su pecho desnudo, tapizado de vellos oscuros, largos y brillantes, me hizo temblar. Debe haberse dado cuenta de mi nerviosismo porque me preguntó si me pasaba algo.

-no, respondí

No sé cuánto rato pasó, pero al rato me encontraba ya con mi cabeza casi en su pecho. No sabía cómo había llegado hasta allí, supongo que la presión de su brazo sería la causa y en esa posición no podía evitar mrar su mano izquierda que descansaba con los dedos metidos bajo el elástico del short. Cada vez que pasaba algo cómico en el programa de televisión, él reía fuertemente y su mano parecía entrar un poco más y salir hasta la mitad nuevamente. Mi vista trataba de mirar a la pantalla, pero duraba muy poco para volver nuevamente a mirar su barriga llena de pelos.

¿Era parecer mío o cada vez que yo lo miraba su mano parecía levantar un poquito el elástico del short?. No, tiene que haber sido mi imaginación, pensaba yo. Pero en un instante hasta pude ver una gran cantidad de pelos que cubría su bajo vientre.

Al rato su mano izquierda tomó la mía y continuó mirando la tele como si nada. Sobaba la palma de mi mano distraídamente mientras seguía disfrutando del show. A ratos la ponía sobre su estómago y la acariciaba sobre él logrando que mis nervios aumentaran al tocar sus pelos con el dorso de mi mano. 

Esto continuó por un rato hasta que de pronto, en un momento muy jocoso de los concursantes de la tele, rió fuertemente y llevó su mano unos centímetros más abajo, mi mano entre la suya quedó entonces sobre el elástico de su short y así, mientras estiraba mis deditos y los acariciaba tan naturalmente me encontré por fin con la sorpresa de mi vida.

Al principio, no sabía qué era, o no quería creerlo, tan fuerte era la impresión. Por entre el elástico de su short sobresalía una cabeza colorada y brillante que tocaba el dorso de mi mano haciéndome sentir su calor y su humedad. Yo temblaba de emoción.

- Está bueno el programa, no?, me decía entre miradas sonrientes hacia mi cara, en ese momento ya roja de placer y nervios.
Te gusta?, me decía, mientras apretaba más y más su mano hacia abajo logrando que cada vez la mía entrara más y más en contacto con esa cosa dura y caliente.
Se inclinó hacia mí y me besó suavemente en la frente y me susurró:
cierra los ojitoseso, así, manténgalos cerraditos, sentía su susurro grave cerca de mi oreja y con mi cara ardiendo, asentí Abrió mi mano y la cerró en esa cosa gruesa, aferrándola con la mía. Poco a poco sentí como su mano comenzaba un movimiento de sube y baja llevándose la mía con sus movimientos.
¿Asíii, ves que te gusta?, me hablaba bajito y yo sentía que se me cortaba la respiración.

No abras los ojos, me susurró nuevamente
Se incorporó un poco y con mi mano en su pene me pareció sentir que sus shorts se deslizaban hacia abajo. Retiré mi mano y unos pocos movimientos después me arrastró con su brazo derecho más hacia el centro de la cama. No me atreví a abrir los ojos, pero no pude evitar abrirlos cuando me pareció sentir que ponía sus piernas a ambos costados de mi cuerpo.

Una gran mata de pelos negros estaban frente a mi cara y casi tocando mi boca una verga enorme, con venas muy gruesas se acercaba mientras escuchaba a lo lejos sus susurros:

Abra la boca, me decía
Abra la boca, eso, así, qué rico mi Jovencito, el susurro volviéndose exclamación de placer
Chúpela mi amorcito, chúpesela a su macho.

Hice lo que me pedía, estremeciéndome con sus palabras y aunque me incomodaba el grosor de su verga en mi boca sólo alcanzaba a meter una parte de ella, pero parecía que la tenía toda en la boca. Chupé y chupé lo mejor que pude mientras él desabrochaba mi camisa. Luego mis pantalones y enseguida me la sacó. Se incorporó un poco y me desnudó completamente. En este punto me sorprendí de no sentir vergüenza alguna, sólo una gran necesidad de seguir chupando y de que continuara con aquello tan maravilloso que me estaba haciendo. ¿Le haría lo mismo a Juan?.

Una vez desnudos los dos, me abrazó fuertemente de costado y me besó. Fue raro sentir su lengua metiéndose en mi boca, buscando mi lengua. Nunca me hubiera imaginado que eso se podía hacer, pero me gustaba tanto que cooperaba con él. Levantó una de mis piernas flacas y puso allí su pene quemando el interior de mis piernas que la apretaban como para que no escapara. Comenzó un vaivén de mete y saca mientras me besaba en el cuello y con sus manazas abría mi culito dejando el hoyito expuesto. Tocándolo con uno de sus dedos y tratando de meterlo allí.

¿Quieres que te lo meta?, me decía al oído.
Sí, contestaba yo, sin saber realmente a qué se refería.
´Te voy a culear, perrito mío; vas a probar mi verga enteritaaaaaa.
Siii, gemía yo, inocentemente, sin adivinar lo que significaba ese dolor.

Date vuelta, me dijo en un susurro y antes que yo lo hiciera él mismo me volteó con uno de sus brazos.

Me hizo ponerme como un perrito, con las piernas flexionadas y mi culito levantado. Sentí como me escupió el ano y a pesar que me pareció repugnante lo que hizo, inmediatamente me vi envuelto en un nuevo placer. Su lengua me perforaba el anito. Me escupía y me trataba de meter un dedo. A ratos su lengua, a ratos su dedo hasta que de pronto sentí mi hoyito traspasado por su dedo grueso, pero no sentí mucho dolor, más bien una cierta incomodidad pronto superada.

Poco a poco me fue metiendo el dedo más y más adentro, iniciando un placentero ir y venir de mis entrañas. No sé en qué momento fue, pero de pronto me susurró: ya tiene tres dedos adentro mi cola, pronto va a tener mi verga todita para ud. ……para ud. solito mi amorcitoooooo.

Yo estaba un poco cansado de estar en esa posición, pero no tuve que esperar mucho más, Pronto sentí su miembro caliente resbalar por mi rajita en lo que yo sentí como una caricia, un beso de su pene en mi hoyito y luego un dolor insoportable me hizo enterrar la cabeza en la almohada, mientras don Fernando firmemente me tomaba de las caderas no dejándome escapar.

Aguante m’ijito, aguante, que el dolor pasa enseguida, me consolaba.
Ya está, ya la tiene adentro mi amor, aguante un poquito más

Yo no hubiera podido responder aunque hubiese querido porque sentía que me faltaba el aire. Así estuvimos un rato, él no parecía hacer nada más que mantener su pene dentro mío, pero claro, estaba esperando a que mi culo se acostumbrara a su grosor. Poco a poco el dolor fue desapareciendo, ayudado lo que me decía don Fernando en la orejita.

¿Se siente tan rico mi amorcito!, ¡está tan apretadito!
¿Le gusta como me lo culeo?, me decía mientras comenzaba entrar y salir de mi hoyito para ese entonces ardiendo de ganas de sentirlo todo dentro.
Siiiii, le contesté susurrando, ¡se siente muy ricooooo!.
Siiii, mi amooooor, goce mi verga m’ijiito, es suya y de nadie más, gócelaaaaa, me susurraba mientras su verga se adentraba más y más.

Las sensaciones eran indescriptibles, me parecía imposible retener una sensación porque luego era reemplazada por otra más placentera. Sentía unas cosquillitas en el interior de mi estomago cada vez que sea estaca de carne se introducía en mi interior. Era una sensación inenarrable. A ratos parecía chocar con algo dentro de mi hoyito que me causaba un temblor por todo el cuerpo y en ese momento él me apretaba más contra su cuerpo sudado y ardiente. Sus pelos se pegaban contra mi espalda.

En ese momento me dio vuelta, dejándome de espaldas en la cama sin sacar su verga de mi culo. Qué fascinación sentí entonces de ver a ese hombre tremendo, su pecho peludo surcado de sudor y su cara en una mueca demudada de placer. Abrí mis piernas sin que me lo pidiera extendiéndolas lo más que me era posible y sin que me lo pidiera también las crucé por su espalda mientras él se apoyaba con sus antebrazos en la cama para no lastimarme con su peso, me miraba a los ojos mientras su cogida no descansaba. Su mirada era caliente, una mirada animal, pero también llena de ternura. Me besaba los labios y levantaba su cabeza volviendo a mirar mi rostro como preguntándome en silencio si me gustaba o no.

-Ya mi amor, ahora soy todo suyo mi putito rico, me dijo de pronto y dicho esto, se clavó muy dentro de mí y se quedó quieto. Con mi esfínter sentí los ríos de leche que me inundaban no acertando a adivinar qué era eso que me quemaba en mi interior. Su pene lo sentía latir a cada trallazo de semen mientras él, quieto y abrazado a mi, respiraba entrecortadamente con los ojos cerrados. Besé su cara en un acto puramente instintivo y él me devolvió el beso. Su cara sabía salada. Y allí me quedé muy quietecito debajo de él mientras mi potito se cerraba en su cilindro de carne y éste respondía a esta caricia con un latido que me llegaba al alma.

Esta fue mi primera vez si alguien quisiera contarme su primera vez escribame a
Autor: libardo_76



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